Producción animal y genética molecular al servicio de una producción de corderos limpia, verde y ética

Fuente: Aragón hoy

El centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón comienza, este mes de septiembre, la investigación “Factores genéticos implicados en la estacionalidad reproductiva en ovino de carne”, incluido en el marco del programa Estatal de I+D+I Orientado a los Retos de la Sociedad del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación. El proyecto tiene como objetivo el estudio de la base genética de la estacionalidad reproductiva con efecto macho (consiste en la introducción de los machos en un rebaño de ovejas en época de inactividad sexual, previamente aisladas de ellos) en la especie ovina, utilizando herramientas genómicas para seleccionar los animales más fértiles en la época de anestro estacional (inactividad sexual) que contribuyan a incrementar la eficiencia y rentabilidad de las explotaciones ganaderas de ovino de carne.

En la investigación participan el Centro de Selección y Reproducción Animal (Censyra) del Gobierno de Extremadura, la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y además cuenta con la colaboración de investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA). Por un lado, el CITA, el Censyra extremeño y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, realizarán la caracterización de una población de hembras de las razas Rasa Aragonesa, Merino y Canaria, para el carácter de estacionalidad reproductiva y respuesta al efecto macho con y sin machos activados con fotoperiodos de luz artificial. Ya que se ha demostrado que los machos activados, producen una mejora de los índices reproductivos en las hembras. También caracterizará la actividad sexual de los machos, y estudiarán los mecanismos moleculares y fisiológicos que intervienen en la activación sexual de los mismos mediante el uso de técnicas de secuenciación masiva del transcriptoma (conjunto de genes que se están expresando en un determinado tejido), en las regiones claves para la activación sexual en el cerebro.

Actualmente se están empleando tratamientos hormonales para forzar la reproducción a contra-estación como implantes de melatonina, uso de progestágenos, etc. Sin embargo, los productores de ovino de carne están muy interesados en encontrar una alternativa para reducir el uso de los tratamientos hormonales destinados a la inducción de celo, con el fin de garantizar la total inexistencia de residuos en la carne, de acuerdo con las crecientes exigencias de los consumidores y de la Unión Europea, que quiere limitar el uso de tratamientos hormonales y promover que se establezcan técnicas innovadoras para conseguir una producción limpia, verde y ética. El proyecto propone una de estas alternativas mediante la selección genética y una gestión adecuada del uso de machos en las explotaciones.

El valor añadido en esta investigación radica en la especialización y enfoque multidisciplinar de los diferentes participantes, ya que los objetivos del proyecto plantean el estudio de un tema en el que interactúan los conocimientos de producción animal, genética y biología molecular. Hay que destacar la participación y apoyo de las dos cooperativas de ovino de carne más importantes de España, Oviaragón-Grupo Pastores y OVISO, así como la Asociación Nacional de Criadores de Ovino Merino, lo que garantiza la difusión y explotación directa por parte del sector de los resultados. También se realizaran reuniones de los investigadores y los representantes de las distintas asociaciones o agrupaciones de ganaderos para la presentación y difusión de los resultados, y se ha comenzado el desarrollo de una página web en dónde a lo largo del proyecto se publicarán los resultados y actividades más relevantes usando la plataforma AGRIPA (http://agripa.org/).

El investigador ARAID, Jorge Hugo Calvo Lacosta, de la Unidad de Producción y Sanidad Animal del CITA e investigador principal del proyecto, explica que “en España, el ovino de carne presenta un período de anestro estacional que se prolonga de febrero a julio, el cual provoca una estacionalidad de la producción de corderos y por tanto de los precios de venta, con variaciones superiores al 50% a lo largo del año. Ello dificulta tanto la organización del mercado del cordero como la planificación de la producción en las ganaderías”.

La importancia del sector ovino de carne va más allá del ámbito económico, y abarca también importantes aspectos sociales y ambientales. La capacidad de aprovechamiento de recursos pastables de zonas marginales y la ocupación de una cuantiosa mano de obra de carácter familiar, alejada de los grandes centros urbanos, contribuyen al asentamiento de la población rural. La estacionalidad productiva en los pequeños rumiantes es uno de los mayores problemas zootécnicos del sector, especialmente crítico en ovino de carne, ya que crea una variación de la oferta-demanda que provoca precios muy bajos en primavera, cuando hay más oferta de corderos, y muy altos en otoño, cuando la oferta es mucho menor.